Cómo ser freelance sin morir en el intento - Parte II

domingo, 8 de diciembre de 2019 The Magical Library 5 Comentarios Etiquetas: , , ,


¡Hola! Esta es la segunda parte de esta sección que decidí dedicarle a contar un poco cómo es la vida del freelance (en mi experiencia). El primer post lo pueden leer acá. Espero que la primera parte sobre AFIP, monotributo, trámites y demás les haya resultado útil, y cualquier cosa que les gustaría que agregue me lo cuentan en los comentarios. Hoy les traigo la segunda parte, sobre las finanzas personales y lo que yo recomiendo que hay que tener en cuenta a la hora de vivir con un trabajo independiente. Espero que les guste.

1) Cuestiones legales: AFIP - Monotributo (link aquí)

2) Cuestiones financieras parte I - cuándo cobrás
    Cuestiones financieras parte II - organizar tus finanzas personales

3) Cuestiones de orden del trabajo



2) Cuestiones financieras 
Parte I - cuándo cobrás

Esto es algo que no te suelen explicar en la facultad, y que te enterás cuando ya es un poco tarde: los pagos en el mundo editorial se hacen como si fueras un proveedor más. ¿Qué significa esto? Que son pagos diferidos, al menos de las 4 o 5 editoriales con las que trabajé, jamás cobré en menos de 30 días (lo mínimo, y a esta altura lo ideal), y han tardado en pagarme hasta 6 meses (sí, seis meses). Este último caso fue una total decepción (barra estafa) porque NO había sido lo pactado de antemano, y como los freelance presentamos una factura y no tenemos contratos, andá a reclamarle a alguien. Claramente no trabajé más con esta gente, porque en mi caso consideré que no me servía. Con la inflación que hay en nuestro país, para cuando cobré, ese dinero ya no servía casi de nada.

En esta sección me explayo sobre todo en los casos en que cobramos lo facturado a una empresa/institución/etc con pagos diferidos. No aplica necesariamente a quienes trabajan con consumidores finales, que seguramente implicará un acuerdo mutuo para el pago, y no lo que aquí detallo, que suele ser la norma en empresas editoriales.

 ¿Qué podés hacer entonces frente a este tema? Además de nada, porque así funciona. Podés organizarte:

- Nunca, nunca pero nunca cuentes con la plata para equis día. Es decir, es muy importante que tengas ahorros que te puedan ayudar en caso de, por ejemplo, necesitar pagar el alquiler, los servicios, la tarjeta, etc. (tema que detallo más adelante). Nunca cuentes con un pago para la fecha prometida. Si te dijeron que cobrás el 10, anotate que te dijeron esa fecha, pero no cuentes con ese cobro ese día para cosas importantes, porque es normal que NO cobres cuando tenías pensado. Perdón, sé que lo que digo no es muy alegre, pero mi primer año viviendo sola fue un constante sufrimiento de incumplimientos de pagos, y no le deseo eso a nadie. Así que sí, eso, no cuentes con la plata para el día prometido, sabé que puede tardar más, e intentá siempre tener un fondo de emergencias para las cuestiones más urgentes (como el alquiler o cualquier otro vencimiento impostergable). En el mejor de los casos sí llega el pago en fecha, y entonces festejá (y pagá todos los vencimientos ya). Pero si no, es mejor no ilusionarse y luego querer morir por no tener disponible ese dinero.

- Preguntá, siempre preguntá. Mucha gente siente vergüenza de molestar al que tiene que pagarle, porque no quiere ser insistente. En mi experiencia, siempre fui la insistente, y no me arrepiento de nada. ¿Por qué? Porque me ha pasado que a) Me digan "ah, cierto, tu pago se atrasó 20 días" y que si yo no preguntaba, no me pensaran avisar; b) Me digan "sisi, ya sale tu pago" y mágicamente ese día saliera. No estoy diciendo que manden un millón de mails, tampoco quieren ser esa persona. Pero si la fecha pactada fueron 30 días, al día número 30 envíen un mail muy tranqui preguntando "Hola, quería saber si ya estaba disponible mi pago, gracias". Si ya tienen historial de retrasos en pagos con algún cliente en particular, también pueden adelantarse enviando mail una semana antes preguntando si ya se sabe cuándo va a estar el pago. No es broma todo esto, para quienes dependemos de estos pagos para poder básicamente VIVIR, que tarden uno, cinco o diez días más de lo pactado puede implicar serias complicaciones, así que no tengan miedo, PREGUNTEN.


Cuestiones financieras 
Parte II - organizar tus finanzas personales

Esto se desprende del apartado anterior. Tus finanzas personales (es decir: cuándo entra la plata que ganás, cuándo sale la plata que gastás) son muy pero muy importantes. Tenés que tener un orden mínimo en esto, no podés no saber cuándo cobrás y cuándo pagás los vencimientos. Salvo que manejes montos que te permitan tener un amplio margen de error, cuando son tus primeros trabajos y cobrás poco, no haberte dado cuenta de que tenías que pagar 10 pero que solo cobrás 5 te puede llevar a estar en aprietos financieros. Llevá esto a no saber de dónde sacar para comprar comida porque cobrás en diez días y te vas a dar cuenta de que no es broma.

- Llevá algún tipo de registro super minucioso. Puede ser en papel, o puede ser digital. A mí me gusta llevar un excel, por el momento es con lo que más cómoda me siento, pero hoy en día hay mil apps que te permiten hacer esto (como Monefy). ¿Qué registrar en el excel/app/cuaderno? Qué plata va a entrar, cuándo (estimado), qué plata va a salir, cuándo. Mis excels tienen muchas pestañas con muchas subcategorías porque mis finanzas son compartidas con las de mi novio y, como comentaba en el anterior post, él tiene ingresos diarios muy chicos por ventas de internet. Es decir, somos super minuciosos al respecto porque en vez de cobrar montos grandes a principios de mes, o en equis fecha, puede ser que todos los días entren cobros muy chiquititos, y hay que seguirles el rastro con cuidado. Tenemos una pestaña con los gastos diarios, donde registramos qué entró, qué salió, qué servicio tengo que pagar, etc. Otra donde controlamos el stock (si vendés algo que requiera reposición de stock, es muy importante que lo hagas, para no encontrarte con que tenés que reponer algo que no sabías que ya habías vendido y que te encuentres pensando ¿y ahora con qué plata lo repongo? Sí, nos pasó al principio, es normal. Solo tenés que saber que si algo te cuesta 1 y lo vendés a 5, no ganaste 5, ganaste 4 y ese 1 lo tenés que guardar para reponer. Si además tenés margen para hacerlo, en realidad en vez de guardar 1 guardá 1,5 porque la inflación no te va a permitir reponerlo si hay un aumento a fin de mes, cosa que sabemos que en Argentina es normal). En otra pestaña controlamos cuánto estamos gastando de tarjetas de crédito (esto es un item que voy a desarrollar más abajo, muy importante. Que las tarjetas sean aliadas de nuestras finanzas, no enemigas), cuánto tengo en este momento en el banco y cuánto va a entrar esta semana, para ir sabiendo de antemano cuándo voy a tener plata si quiero ir a retirar al cajero o pagar con débito. Tenemos otra pestaña donde vamos registrando las facturas emitidas para llevar el control de facturación anual y si vamos a tener que recategorizarnos, y por último una pestaña donde hacemos el mismo registro que en la que es ingresos día por día, pero esa es una mensual, con ingresos semana a semana. En esa, la diferencia, es que especulamos a futuro, es decir, no la tomamos a rajatabla como dinero real que tenemos, sino que sirve para planificar a más largo plazo (por ejemplo, mis cobros suelen entrar una o dos veces al mes, no como los de él que son diarios, y entonces los míos los registro ahí para saber que si cobro la semana 1 del mes, y tengo que pagar la semana 2 el alquiler, entonces ¿tengo la plata suficiente para hacerlo? ¿Cobro lo que necesito para pagar la siguiente semana de vencimientos?). Esto tiene sentido en mis finanzas, quizás no en las suyas, pero son ejemplos de cómo pueden subdividir las diferentes categorías en distintas pestañas, y que cada una de ellas tenga información importante relacionada. En estos ejemplos que les cuento, la pestaña del stock está linkeada a la de los movimientos diarios, por ejemplo. Porque si se me acaba el stock y tengo que reponerlo el día 10, entonces tengo que asegurarme de que el día 10 efectivamente tenga la plata para pagarlo. Eso me ayuda a saber cuándo tengo que sacar plata del banco, también, y no encontrarme con que "ups, tendría que haber ido a sacar plata y no fui" porque no sabía que la necesitaba.
Si todo esto te resulta muy complicado, con llevar un registro en un cuaderno o en el celu podés estar bien, lo importante es registrar todos los vencimientos, las fechas, y cuándo se supone que va a entar el dinero, para asegurarte de tener disponible lo que tiene que salir.

- Tarjetas de crédito. Mal usadas, son un gran problema. Bien usadas, son la salvación. A mí, me resultaron el único medio para poder financiarme hasta que acomodé mis ingresos a un nivel más o menos estable. ¿Cualquier tarjeta sirve? No, la verdad que no. Hay tarjetas con costos financieros muy altos, con gastos mensuales muy altos, con costos de renovación anual muy altos. Si no ganás lo suficiente, no tienen sentido. Yo, de hecho, usé siempre una tarjeta que no cobra renovación anual, y cuando me enteré de que otras sí lo cobraban no lo podía creer. [EDITO: hace poco me empezaron a cobrar una renovación pero tiene un costo bajísimo, casi ni lo sentí]. Esto que voy a hacer no es publicidad (ojalá me pagaran por esto jaja) pero sí quiero contar mi buena experiencia. Yo uso Tarjeta Naranja, porque no cobran la renovación anual, y porque los costos financieros son muy bajos. Además, porque como monotributista, fue la única tarjeta que aceptó abrirme una cuenta cuando mis ingresos eran más bajos (de hecho, incluso cuando mis ingresos crecieron, ninguna quería aceptarme por cuestiones burocráticas, porque me pedían 6 meses de antigüedad en la misma categoría de monotributo y, lo más ilógico de todo, no cumplía ese item porque había SUBIDO de categoría. Pero nop, el sistema les rechazaba mi petición. Así que nada, problema de ellos, ahora no hablo de sus tarjetas en mi post). Esta tarjeta me resultó muy útil porque tiene algo que se llama plan Zeta, que significa que si vos vas a comercios que aceptan Naranja y les pedís que tu pago sea en plan Zeta, ese monto va a un "fondo" (pongámosle que se llama así) que a fin de mes elegís cómo pagar. Esto es maravilloso, me salvó muchísimas veces. Por lo general lo uso en el supermercado, porque no todos aceptan esta tarjeta, pero lugar que tenga, lugar que lo uso. Si a fin de mes me vienen, por decir cualquier cosa, $5000 de tarjeta, y $1000 de esos cinco mil son en plan Zeta, esos mil yo elijo si los pago en 1, 2 o 3 cuotas sin interés (y hasta en 6 con interés, aunque lo he sacado con 6 y el interés no es tan alto). Esto significa que si un mes tuvieron problemas financieros, o cobraron algo tarde, o tuvieron una emergencia y gastaron dinero que no pensaban gastar, entonces sacar el Zeta en cuotas es realmente salvador. Y, lo mejor, sin interés (esto NO es como pagar el monto mínimo, es diferente). Pero además, como si fuera poco, tiene opciones de refinanciación con costos muy bajos. OJO, no hay que abusar jamás de refinanciar la tarjeta, NO es lo ideal, siempre intenten gastar lo que PUEDEN pagar, pero llegado el caso de necesidad, estas opciones también son muy amigables. ¿Qué significa esto? Que siempre les llega el resumen (sea digital o físico) con el monto total a pagar, detallando si quieren sacar el zeta en cuotas o no, y también con las opciones para refinanciar por completo el monto de la tarjeta. Esto SÍ tiene intereses, son más altos, pero llegado un caso de extrema emergencia (también me ha pasado) esos costos son mucho menores que otras tarjetas de bancos reconocidos. Y además te da muchas opciones. Por ejemplo, sigamos con los $5000 que usaba para explicar lo de arriba: podés pagar $3000 y el resto en 2 cuotas, o $1000 y el resto en 6 cuotas, o en 12. Ellos imponen los montos, no son modificables, pero en caso de una real emergencia la verdad es que es un alivio.
Entonces: ¿qué es el uso adecuado de las tarjetas de crédito? Es usarlas sabiendo cuánto podés gastar, para poder resolver un problema financiero (es decir, me entra equis plata pero a fin de mes, no ahora, por ende hago las compras del supermercado con tarjeta para poder subsistir hasta cobrar). Eso significa que, en mi caso, casi no hago gastos en efectivo de super, solo de montos más pequeños. Más abajo detallo cómo me organizo particularmente en este tema, pero quería dejar en claro por qué para mí las tarjetas son una ventaja. Porque solo las utilizo para gastos que ya planificaba hacer, con dinero que no tengo ahora pero que sé con seguridad que voy a cobrar. Y, si ese cobro llega atrasado (por todo lo más arriba explicado de demoras en los pagos) puedo subsistir mientras tanto, y de ser necesario refinancio el Zeta si sé que me pasé un poco de presupuesto por algún motivo. Además, teniendo en cuenta la inflación que hay en nuestro país, hacer compras el día 1 del mes pero pagarlas el 30, siempre pero siempre es mejor. Es ganarle, aunque sea mínimamente, a la inflación. Por este mismo motivo es que también me gusta hacer los gastos grandes en cuotas (cuando son sin interés). Siempre de forma medida, siempre llevando registro de qué tenemos en cuotas, pero creo que resulta favorecedor. Voy a poner un ejemplo claro: se me rompió la impresora, tenía que comprar una nueva (impresora que ambos usamos para trabajar, es decir NO es de uso hogareño, sino profesional). Era un gasto enorme, y pagarla en una o pocas cuotas nos hubiera representado un problema financiero, aunque podíamos hacerlo. Preferimos encontrar una con 18 cuotas sin interés que, si bien tenía el precio un poco más elevado, nos convenía de todas formas. ¿Por qué elegir un compromiso a año y medio? Debo admitirlo, al principio era anti cuotas, las odiaba rotundamente. Pero sacar a pagar algo que sé que me va a durar como mínimo el tiempo que la esté pagando (y más también), aliviarme financieramente y no quemar todos los ahorros de una sola vez, y sobre todo, terminar pagándola menos a la larga, definitivamente compensa toda duda que pueda tener. Dentro de un año, esa cuota va a seguir siendo la misma, pero debido a la inflación va a valer muchísimo menos esa cantidad de plata. No es nada por lo cual alegrarse, porque así se desgastan nuestros ingresos también, pero es, como decía antes, ganarle mínimamente a la inflación. Pero esto lo hago porque soy disciplinada y gasto sabiendo cuánto puedo gastar y cuándo, por lo cual el siguiente año y medio voy a tener siempre en cuenta esa (y otras) cuotas que tenga, y siempre voy a estar lista para pagarlas.

- Asignate presupuestos para todo. Cobrar dinero de un trabajo y no administrarlo bien puede llevar a habértelo gastado sin siquiera saberlo. El presupuesto tiene que ser coherente (es decir, poner que solo vas a gastar $20 por día es ridículo, tampoco sirve de nada mentirse) y basarse en montos reales. Los primeros meses van a ser pura prueba y error, hasta que puedas llevar un registro de cuáles son tus gastos aproximados por mes/semana/día de cada cosa, pero siempre se pueden ir corrigiendo. ¿Cómo hago yo? Todo esto está relacionado con el primer punto en el que conté de llevar registro de todo. Sea en un cuaderno o en un excel, tenés que saber cuánta plata vas a gastar, y cuánta querés gastar en cada item. Anotás los servicios que pagues (ya sea de toda la casa, si vivís solx, o el proporcional si compartís gastos) y hacés un total del mes, pero también anotate esos items que uno suele olvidar, y es en lo que suele irse el dinero sin darse cuenta: carga de SUBE/transporte (sacá la cuenta de cuántos días a la semana aprox salís de tu casa, multiplicá por todo el mes, y sacá el total de lo que vas a necesitar de transporte en el mes. No cargues la SUBE de a $100 sabiendo que hoy en día no dura nada, porque así es cómo se van muchas cargas de $100 y al final no te diste cuenta y se te fue medio presupuesto sin saberlo). Comida, otro gran item. Me costó muchísimo, pero al final llegué a unos números aproximados de cuál es mi gasto semanal y mensual según rubro (yo los divido así: para gastos semanales tengo un presupuesto equis de hasta cuánta plata tengo para gastar en comida -panadería, carnicería, verdulería, cosas sueltas, etc, montos chicos- y todos los lunes me armo un menú aproximado semanal, por lo cual intento los primeros días de la semana ya haber comprado la mayor parte de ese menú y guardar en heladera o freezer, y no terminar tentando a la suerte con ganas de pedir delivery porque no fui a hacer las compras. En los gastos mensuales saco la cuenta de cuánto gasto en el supermercado -todo lo que sea almacén, no perecederos, limpieza, etc, etc- y esto es lo que yo pago con la tarjeta, porque son montos más grandes y prefiero manejarme de esta forma: pagar a fin de mes al haber cobrado mis facturas). Otros gastos fijos: cualquier otro rubro que tengas que anotar fijo, ya sea terapia, o si pagás una cuota de algún deporte/club/etc, y todo lo que se te ocurra. Obviamente el ocio (salidas, cine, comidas afuera) también tiene que tener un presupuesto. Esto sirve para no terminar gastando más de la cuenta, y creeme que a mí me resultó totalmente revelador darme cuenta de que sin presupuesto se gasta en cualquier cosa. Esto no significa que si puse equis de comida y se me terminó entonces no como más esa semana, seamos coherentes, claro. Hay semanas que gasto más, hay semanas que gasto menos. Pero tener un monto fijo me ayuda a darme cuenta de si estoy gastando más de lo que debería, y en épocas donde hay buen trabajo y no importa si gastamos de más, esto no es un problema, pero siempre hay alguna época de poco trabajo, en el que haberse medido con los gastos va a hacer que le agradezcamos a nuestro yo pasado por haber previsto todo esto.

- Revisá los presupuestos. Una vez que el punto anterior lo tenés más o menos claro, no te quedes ahí. Cada cierto tiempo, ya sean semanas o meses, según si hay variaciones drásticas de algún tipo en tus ingresos o en tus gastos, revisá lo que anotaste. No solo porque en nuestro país hay inflación, y ningún presupuesto dura más de unos meses (con suerte) con los mismos montos, sino porque podemos encontrarnos con que estamos gastando mucho en un rubro sin darnos cuenta, y entonces quizás sea hora de ajustar esos números. Por ejemplo, me pasó de no haberme dado cuenta y estar pagando 4 servicios de streaming, y no estar usando más de 1 o 2. Sí, pagaba 4, porque individualmente me parecían muy baratos, pero claro, cuando te das cuenta de que diste de alta varios y que algunos ni siquiera tienen nada interesante para ver, y entonces pasaste a gastar un montón en un rubro sin siquiera proponértelo... bueno, es hora de elegir y dar de baja. Así que en cuanto lo noté, di de baja 2, y me quedé con los otros 2 que sí usaba. A veces estos pequeños montos parecen ridículos, y creemos que no nos afectan en la totalidad, pero sumen estos dos streaming, más que estaba pagando un extra del Cable que tampoco usaba, más algún gasto ocasional que pude reducir... y todo suma. Esto puede servir para ahorrar, o quizás simplemente para gastarlo en otra cosa que hace rato queríamos hacer pero, por falta de presupuesto, no podíamos. En mi caso fue anotarme a natación. Con lo que me ahorré de diferentes cosas que tenía sin sentido (y porque soy fan de aprovechar ofertas de servicios de todo tipo) pude al fin anotarme a una actividad que quería (y necesitaba) hacer. Así que revisen sus gastos, miren las facturas que les llegan, llamen si tienen dudas de qué les están cobrando, y pidan un plan más barato si lo que tienen ni siquiera lo usan.

- Ahorros. Uff, qué tema difícil. A mí me costó más de dos años estabilizarme y por fin tener un ahorro minúsculo. Y el año pasado lo gasté en mis vacaciones... así que, otra vez a cero. Creo que no existe el plan infalible de ahorro, cada persona es un mundo y a cada persona este tema le puede importar más o menos. Hay gente que no tiene ahorros y vive en paz (no estaría siendo mi caso), y hay otras personas que necesitan tener ahorros enormes para poder respirar. Yo estoy en un intermedio, donde hago lo que puedo con lo que tengo, pero intento siempre, SIEMPRE, tener algo para casos de emergencia. En un principio diría que es importante que tengas un monto muy chiquito -pero salvador- para casos de emergencia. Para cada persona esto puede ser un número diferente, pero si un día tenés un imprevisto, llámese enfermedad, accidente, lo que sea, no podés no tener ni siquiera para un remis/taxi o medicamentos/etc. Un mínimo monto, y a mano, tenés que tener. (Digo a mano porque tener plata en la cuenta, o tener dólares, no sirve para una emergencia real si hay que salir corriendo). Por otro lado están los Ahorros así con mayúscula, esos que sirven para juntar para un viaje quizás, o para comprarte eso que siempre quisiste, o en caso de emergencias mayores. A mí me gusta pensar en tres categorías. La primera es la que ya dije de la plata a mano para salir YA con algo en el bolsillo. La segunda es un monto mayor, preferentemente el equivalente al alquiler y/o vencimientos inamovibles (pueden ser expensas, un préstamo, el monotributo, lo que vos consideres). Cuesta un poco más llegar a ese número, pero tener siempre en la cuenta el equivalente a eso que tenés que pagar sí o sí en equis fecha, puede hacer la diferencia. El tercero sería el ahorro por gusto, digamos. Eso que estás juntando para lo que sea que se te ocurra: algo que necesitás, algo que querés, algo que planificás hace años. Probablemente te lleve más tiempo juntarlo, si es un número significativo, pero si no incluís esto en el presupuesto, nunca llegás a juntarlo. Mi consejo es siempre separar lo que te sobre. Al principio pueden ser solo $100, y puede parecer poco, pero por algo se empieza. Como la inflación es algo que diluye los ahorros, tené en cuenta un sistema para que la plata no pierda valor. Pueden ser dólares, si es que te gusta esa opción, pueden ser plazos fijos (ahí entra en juego la posibilidad que tengas de que no esté disponible ese dinero por un tiempo determinado), pueden ser fondos de inversión, si te animás con ese rubro, podés comprar oro (aumenta su valor más que el dólar, pero en períodos mucho más largos de tiempo), etc, etc. Cada persona lo maneja a su gusto y posibilidad, pero intentá que esa plata que estás juntando no pierda valor (es decir, no la guardes abajo del colchón, por seguridad y para que no pierdas dinero).

- Vacaciones. Otro gran tema. Quienes somos freelance no tenemos vacaciones pagas. Es decir, en un trabajo en relación de dependencia seguís cobrando aunque estés de vacaciones. PERO algo que a mí me gusta resaltar de las vacaciones siendo freelance, la ventaja es que nadie te dice cuándo y cuánto tiempo te podés ir. No hay reglas que definan cuántos días te corresponden y a partir de cuándo. Las vacaciones las planificás vos. Esto suena maravilloso, pero volvamos al primer punto. Nuestras vacaciones NO SON PAGAS. Es decir que tenemos que ahorrar para las vacaciones, pero también ahorrar lo que hubiéramos ganado si no nos íbamos. ¿Me explico? Si me quiero tomar todo enero porque sí, tengo que ahorrar no solo lo que pienso gastar en enero (ya sea quedándome el mes entero en mi casa y pidiendo delivery, o si me voy de viaje), sino también lo que hubiera facturado en enero si seguía trabajando, porque si no en febrero me voy a encontrar con que tengo que pagar todos los vencimientos y no tengo nada para cobrar porque no trabajé el mes pasado. Así que este es un esfuerzo por partida doble, implica tener todavía más cuidado con los gastos previos al viaje, ahorrar en todo lo que se pueda, no gastar de más, etc, pero también saber que a la vuelta los gastos siguen corriendo, y tenemos que tener con qué pagarlos. A mí me gusta aprovechar los descuentos por comprar con anticipación, y sacar los pasajes cuanto antes. Insisto, no importa a dónde, puede ser a un lugar súper cercano o a la otra punta del mundo, pero sacar los pasajes con tiempo (y en cuotas, si el monto lo requiere) te permite amortizar ese costo (otra vez, lo único bueno de la inflación: pagar "más barato" parte del viaje). También dentro de lo posible el hospedaje, sea hotel, airbnb, hostel, lo que sea... sacarlo con anticipación permite congelar precio e ir pagando en cuotas. Algo que me sirvió en mis últimas vacaciones fue llevar un presupuesto (sí, fan de los presupuestos, no sé si se nota). Averigüé qué excursiones pagas quería hacer, cuánto salían (o cuánto era lo máximo que estaba dispuesta a pagar), calculé los gastos de transporte desde/hacia terminales y hospedaje, cuánto aprox creía que iba a gastar en comida por día (quedarte en un lugar con cocina puede salvarte la vida para ahorrar mucho en este ítem, al poder cocinarte vos, guardar comida en la heladera, etc), cuánto pensaba gastar en regalos/recuerdos, y cuánto tenía de más para hacer lo que quisiera. Si vas a ir a otro país, calculá en moneda local, no en nuestros pesos, porque si no es para llorar. Averiguá si hay que llevar efectivo, si conviene gastar con débito, con crédito, etc, y planificá todo. Puede sonar tedioso, pero si vas con algo ya previamente armado no te vas a encontrar con sorpresas y vas a poder disfrutar más sabiendo que el dinero te va a alcanzar para hacer todo lo que querías. Incluso, como me pasó, podés encontrarte con que tal excursión, o tal monto destinado a algo al final no lo gastaste porque o lo encontraste a un menor precio, o no lo hiciste por algún motivo... ¡y entonces te sobra dinero, y sabés cuánto exactamente! Esto me pasó así, y haber hecho el presupuesto me permitió saber exactamente cuánta plata había contado para eso y cuánta ahora tenía de más para comprarme cosas, o salir a comer afuera un día, etc. Bueno, sí, también podés volver con plata sin gastar, pero con lo que nos costó ahorrar para estas vacaciones... hay que disfrutarlas ;)

Bueno, espero que les haya gustado esta segunda parte y que les sirvan de algo los datos e ideas que cuento aquí. Repito, algo muy importante, esto es lo que hago yo, lo que me sirve a mí. No a todo el mundo le va a servir, pero espero de verdad que pueda ser de alguna utilidad.



5 comentarios:

  1. ¡Qué organizada sos! ¡Me encantó! Tengo mucho para aplicar.

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    1. Muchas gracias :) Espero que te sirva algún tip y luego vengas a contar cómo te resultaron :)

      Saludos
      Eri

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  2. Apenas cumplo con lo de los ahorros y leer todo esto me hace pensar en una sola cosa: tengo muuuucho que aprender. Nunca me gustaron las tarjetas de crédito (se lo dejo que lo use otro, pero sé que en un futuro tendré que usarlo, aunque no quiera).
    Gracias por compartir tu experiencia con nosotros. Vengo de tu anterior post sobre cómo ser freelance parte I. Saludos Eri =)

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    1. ¡Hola! Todo esto es una experiencia personal, y puede ser útil para algunas personas y para otras no. Tomá lo que te sirva, pero no sientas que nada de esto es una fórmula comprobada porque cada uno hace lo que puede jajaja

      ¡Saludos!

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    2. exacto, lo sé porque mi hermana recién este año se lanzó como freelance con su pyme y en parte veo reflejado lo que comentás. ¡Saludos!

      PD: nada está escrito jajaja

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