Mi recomendación es Fahrenheit 451 de Ray Bradbury. Un clásico de ciencia ficción que te abre la cabeza y te cambia el modo de ver las cosas. Es una lectura corta y atrapante; en experiencia propia lo leí en un día, sin poder dejarlo ni siquiera para caminar... literalmente. Se lleva a cabo en un
Estados Unidos futurista, en el que se considera a los libros como objetos de gran peligro (al punto de establecer una ley para destruirlos), y en donde las personas viven entre paredes cibernéticas que controlan sus vidas.
  Nuestro protagonista, Guy Montag, se encuentra en el lugar de cuestionarse por qué está llevando la vida que le fue impuesta, llegando al punto de casi perder la cabeza, en consecuencia a la aparición de una vecina misteriosa (y un poco loca).
  Una historia simple (ni se va por las ramas, ni se siente escueta), con personajes absolutamente verosímiles.  Muy completo; como lectora compulsiva me parece que es un libro necesario. Es uno de esos libros con los que, en palabras de nuestro amigo Verde, sentís que el mundo no puede seguir girando hasta que todos lo lean.