Reseña: Warcross (Warcross #1)
La obsesión comenzó hace unos años y ahora los seguidores de Warcross están dispersos por todo el mundo, algunos ansiosos por escapar de la realidad y otros, esperando hacer algún negocio. Emika Chen, una joven hacker, trabaja como cazarrecompensas persiguiendo a los jugadores de Warcross que hacen apuestas ilegales. Pero el mundo de los cazadores es muy competitivo y sobrevivir en él se convierte en una verdadera hazaña. Emika necesita dinero y se arriesga a ingresar ilegalmente al juego inaugural del Campeonato Internacional de Warcross... y, por una falla técnica, termina metiéndose dentro de la acción y convirtiéndose en furor de la noche a la mañana.
Reseña:
Hoy les traigo la reseña de Warcross, una novedad súper esperada por casi todo el mundo, el nuevo libro de Marie Lu que promete ser lo mejor de la autora. Yo no leí sus anteriores libros, pero quienes sí lo hicieron suelen coincidir en eso, al parecer la autora se supera con esta nueva bilogía.
Warcross es una historia situada en un futuro no muy lejano, donde la realidad virtual ya está instalada, y el creador del NeuroLink, Hideo Tanaka, a la edad de apenas 13 años revolucionó la historia al mejorar la VR con su invento: sus gafas se conectan directamente con el cerebro y le dice qué ver, por lo cual todo es súper HD porque está en nuestra mente; no existen los errores de diseño ni de calidad. Junto con su invento venía incluido Warcross, un juego que servía de incentivo para que a la gente le interesara sus lentes, pero en poco tiempo se convirtió en el juego más importante en todo el mundo: miles de millones de personas miran el campeonato cada año, en el cual participan jugadores profesionales y figuras célebres de todo el mundo. La dinámica de juego es bastante sencilla, e incluso puede sonarnos familiar: dos equipos luchan entre sí y tratan de quitarle su Emblema al otro; quien lo obtenga primero, gana. Lo genial del juego es que hay distintos mundos virtuales y niveles, así como poderes de todo tipo.
Este libro está contado desde el punto de vista de Emika Chen, nuestra protagonista. Emi tiene 18 años y su vida es muy complicada. Su madre la abandonó cuando era chica, y su padre murió a los pocos años a causa de una enfermedad incurable, cuando ella tenía tan solo 11 años. Pero eso no es lo peor: antes de morir, él se endeudó a causa del juego ilegal, y ella perdió casi todo lo que tenía. Comenzó a vivir en un hogar de crianza en el que siempre la pasaba mal y, para colmo, terminó siendo expulsada de su escuela por hackear el sistema de datos y exponer a sus compañeros por hacerle bullying a su única amiga de ese entonces. Es por esto que Emika termina con antecedentes penales y la prohibición de usar computadoras y se dedica a ser cazarrecompensas. Como la policía de Nueva York no da abasto, emite pedidos de captura para criminales menores (apostadores ilegales, etc) y con eso intenta sobrevivir y pagar, además, la renta. Emi no vive sola, pero su amiga Keira está en una situación similar y ninguna puede aportar mucho dinero, aunque Emika además trabaja como camarera.
Pero todo va a cambiar el día de los juegos de la ceremonia inaugural de Warcross de ese año, porque Emi decide hacer algo bastante riesgoso creyendo que no tendría importancia y podría salirse con la suya: en el medio del juego de apertura decide robar uno de los poderes raros que está por usar un jugador para poder venderlo en el mercado negro (si bien es ilegal, luego puede convertir esos billetes virtuales en dinero de verdad). Sabe cómo hackearlo, solo que nunca se había animado a probarlo. En el juego, los espectadores están presentes con sus avatars, y a pesar de que pueden vagar entre los jugadores y el campo de juego, solo ellos mismos pueden verse allí, ni los jugadores ni el resto de la audiencia los ven. Excepto que cuando Emika decide intentar robar el poder, su avatar se hace visible en medio del campo de juego, y tanto los jugadores como los miles de millones de espectadores del mundo, pueden verla. Instantáneamente se desconecta y se quita las gafas, pero a pesar de que usaba una versión hackeada sin identificación, ya es tarde. El mundo entero la vio, y ahora una multitud de reporteros la esperan en la puerta de su casa, y no paran de llamarla desde las oficinas de Henka Games.
Cuando Emika atiende finalmente el llamado, es el propio Hideo Tanaka quien le habla (ahora de 21 años), y no es para reclamarle nada, a pesar de lo que ella hubiera esperado. Hideo le pide si puede volar a Tokio, donde él se encuentra, porque tiene que hablar de algo importante con ella, y pese a su perplejidad, Emika acepta. Después de todo, él es su ídolo. Fue gracias a él que decidió aprender programación y ser la excelente hacker que es. Lo que él le pide, nada más y nada menos, es que actúe de cazadora encubierta ya que alguien está infiltrado en Warcross y Hideo no augura nada bueno, es por eso que recurre a varios cazarrecompensas y hackers, como ella, para detectar quién se está infiltrando en la red privada de los NeuroLink.
La forma de encubrirla es hacerla participar de Warcross como jugadora amateur en uno de los equipos oficiales. Así que Emika está en una situacion que nunca creyó posible: desde la base de que ya no tiene deudas (ya que fueron saldadas), y ahora se encuentra viajando a Tokio en el jet privado de Hideo, y comienza a vivir rodeada de lujos que nunca hubiera podido siquiera imaginar, en la residencia especial que tienen los jugadores. En Tokio, la realidad virtual es toda una experiencia: las calles, los autos, la gente, todo está conectado y parece completamente surrealista. Además, le entregaron la última actualización de NeuroLink: unos lentes de contacto de última generación.
El problema va a ser encajar entre los demás jugadores, ya que ellos son profesionales, y todos la miran como a una impostora, alguien a quien metieron por el rating. Así que además de intentar encontrar a quien está infiltrado en Warcross, tiene que practicar como loca y ganar para poder avanzar en la competencia y continuar con su investigación.
Es obvio que en el medio va a haber un romance con Hideo, pero a medida que lo conoce más y se entera de cosas más personales de él, se puede empezar a notar que hay algo que no se está diciendo, algo raro hay en la historia de Hideo.
Este es un libro que, a pesar de su longitud, se lee súper rápido y es muy ágil. Cada tanto hay capítulos intercalados que nos van contando más en detalle el pasado de Emi, la relación que tenía con su padre y cómo fue el cambio abrupto en su vida. En ningún momento se me hizo largo, no creo que haya los típicos capítulos de relleno, sino que cada cosa que se cuenta es para adentrarnos más y más en la historia, y poder entender la dinámica de este futuro y cómo es jugar en Warcross.
Si bien a mí el final me pareció obvio a medida que se desarrollaba la historia (o sea, quién estaba hackeando Warcross), creo que todo se va desarrollando de una forma igualmente entretenida y la autora logra mantener todo ese aura de misterio, sospechas e intrigas que va planteando. Al principio comenzamos desconfiando de todo el mundo, armando teorías de quién puede tener motivos para infiltrarse y qué estaba haciendo cada personaje en tal momento predeterminado, pero a medida que avanza la historia vamos armando el rompecabezas con todas las pistas, y creo que eso es lo más divertido. Aunque al final, nos enteramos de otra cosa totalmente inesperada, y la intriga se sigue manteniendo con ese giro en la trama.
Me gusta muchísimo también que la protagonista no sea de esas que de pronto flashean amor, y que si bien es lógico que sienta una atracción muy fuerte por quien es su mayor ídolo y que, además, al conocerlo en persona le resulte agradable en casi todos los sentidos, cuando las cosas empiezan a ponerse raras, no sigue en el papel de la chica tonta e ingenua que piensa cosas como "Oh, debe haber una explicación lógica para esto", aunque todo indique lo contrario. Cuando empieza a haber algo raro, Emi desconfía, y si bien es lógico que tampoco cambie de opinión instantáneamente, de a poco se va replanteando que quizás no todo es lo que parece, y que tal vez hay algo más que no le están contado detrás de todo este asunto.
Honestamente me encantó la historia, como dije, me re atrapó desde el principio y la leí súper rápido. Espero que Marie Lu no nos haga esperar tanto para la continuación de esta bilogía, porque ya quiero saber qué va a pasar con este hacker misterioso.
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