Reseña: Javer. El principio del fin

Reseña:
Tengo que aclarar antes de comenzar a contar mi experiencia con esta historia, que me costó bastante poder empezarla. Llegó a mis manos hace algunos meses, y sinceramente al principio no me gustó mucho. Cuando comencé a leerlo me chocó bastante que se mezclara un tono más "neutro" con expresiones muy argentinas que sonaban raras. Esto hizo, como decía, que me costara mucho empezar la novela. Sentía que iba a frustrarme durante todo el libro con este tema y que no iba a poder disfrutarlo.

Por suerte esto no fue así, y la verdad me alegra mucho haber continuado leyendo. Si bien sigo opinando que se podrían haber evitado algunas frases que no suenan muy bien en un texto escrito (o que la protagonista dijera constantemente "Si saben a lo que me refiero" o "Si entienden de qué estoy hablando" ¡SÍ, YA ENTENDÍ!), a pesar de estas cosas, la historia me pareció muy entretenida y bastante original.

Una vez que pude conmigo misma y dejé de prestar atención a las frases que no me gustaba mucho cómo sonaban, descubrí que estaba devorando el libro sin darme cuenta. La historia se vuelve súper atrapante y no podemos despegarnos porque NECESITAMOS saber qué está pasando. Si bien algunas cosas resultaban predecibles (pero creo que en este tipo de historias hay situaciones que son obvias que van a suceder porque desencadenan el problema que se desarrollará), tienen un giro inesperado que nos dejan con la boca abierta.

Cuando comenzamos a adentrarnos en la historia de Emma, nuestra protagonista, nos encontramos con un mundo que podríamos comparar con historias como Cazadores de sombras, e incluso Oscuros. Si bien hay ciertos paralelismos en esto de "seres superiores a los humanos", creo que la autora supo darle una vuelta interesante, y crear un mundo que no tiene nada que envidiarle a los que tanto conocemos.

Vamos conociendo también a otros personajes que son muy divertidos, como Ev, Gus, Chris y Abbie, con quienes nos encariñamos página a página, porque cada uno tiene sus propias locuras y nos hacen reír a su manera. Obviamente no puede faltar el galán, Ian, a quien también poco a poco vamos a ir conociendo y queriendo. 

Y en el medio de todo va a estar Emma, quien apenas está descubriendo quién es realmente y se ve envuelta en situaciones que parecen no tener explicación, pero lo peor es que para ella no la tienen, pero aparentemente hay personas que saben algo y no quieren decir nada.

El final nos deja con ganas de más, y si bien Granica todavía no publicó la segunda parte de la historia (El misterio de Careth), como la autora comenzó autopublicándose se pueden encontrar ejemplares de la editorial Dunken si se los busca.

Reseña: Belzhar

Reseña:
Cuando empezamos a leer Belzhar no entendemos por qué Jam, nuestra protagonista, termina en El Granero. Sí sabemos el motivo: Reeve, su novio, murió; y ella no pudo superar eso. Sin embargo, no entendemos cómo pudo haber quedado tan devastada por alguien que apenas conocía... no tenían ni dos meses de novios.


Tiene de compañera de cuarto a DJ, una chica con problemas alimenticios, que la ayuda a entender cómo funciona ese lugar tan extraño, donde todo el mundo los trata como si fueran a romperse en cualquier momento. Es por ella que se entera de la misteriosa asignatura llamada Temas Especiales de la Literatura. Es tan misteriosa que, aparentemente, chicos que recién habían ingresado a El Granero, luego del semestre en que la cursaron, tuvieron una recuperación milagrosa. Y tan misteriosa que Jam está anotada, aunque ella nunca lo solicitó.

La señora Quenell, quien dicta la famosa clase especial, elige personalmente a los pocos alumnos que asistirán a sus clases, y elige un solo libro para tratar por ese semestre. Ese año toca La campana de cristal, de Sylvia Plath.

Pronto Jam y sus compañeros de asignatura empiezan a tener experiencias muy extrañas, sueños demasiado vívidos para ser tan solo sueños. Al principio no saben cómo preguntarse mutuamente si a todos les sucede lo mismo, pero cuando comienzan a sincerarse sobre las experiencias que estaban teniendo, descubren un lugar increíble; mágico y aterrador al mismo tiempo. Ninguno se anima a entrar, pero cuando están allí no quieren volver. Deciden llamarlo Belzhar.

Cada uno de los demás alumnos de Temas Especiales tiene su particularidad. Es claro que todos pasaron por algún tipo de "trauma" (por algo están en El Granero), pero tienen más cosas en común de lo que parece; por algo fueron seleccionados por la "Sra. Q" (así comienzan a llamarla cuando entran en confianza). En total, contando a Jam, son 5: Sierra, Casey, Marc, Griffin y nuestra particular Jamaica.


Casi hasta la mitad del libro podría decirse que no pasa nada extraordinario (aparte de lo relacionado a los diarios y a Belzhar, claro). Recién cuando estos 5 compañeros comienzan a conocerse un poco más entre sí, es que se pone más interesante la historia. Juntos empiezan a buscar explicaciones de lo que está sucediendo, y a compartir sus experiencias. No todos se animan a compartir desde un principio lo que les sucedió. Y Jam, de hecho, es la que menos quiere hacerlo. Al principio tenía mis serias dudas respecto a la historia. Me parecía exagerada y sin sentido. ¿Deprimirse tanto por alguien que apenas conoce? Pero a medida que avanza el libro vamos enterándonos un poco más; y es recién al final que entendemos todo. Me sorprendió mucho; la autora realmente tenía todo muy bien calculado y sinceramente no se me hubiera ocurrido lo que Jam se anima a contarnos apenas en las últimas páginas.

De a poco los personajes van reflexionando acerca de todo lo que les pasó. Una de las frases que más me gustó fue de Casey, quien (ante un comentario de otro compañero, que decía que su historia no había sido tan trágica como un secuestro o una muerte, pero le había destrozado la vida de todas formas) le contestó:
Me parece algo tan sencillo, pero tan cierto. Uno no puede andar comparando las desgracias propias con las ajenas. Siempre alguien la va a estar pasando peor o mejor, pero eso no quita que lo que nos pase no nos duela de una manera terrible, y tengamos la necesidad de que nos ayuden.

Por último, y creo que lo que más me llegó de esta historia, cada uno de ellos va comprendiendo que no tienen por qué vivir solos con eso malo que les pasó. Muchas veces, compartir con alguien el dolor y, sobre todo, saber pedir ayuda y aceptarla, puede ser lo que nos salve. Pero más importante, no podemos quedarnos en el pasado, con una fantasía de lo que fuimos, de lo que podría haber sido. Eso solo nos va a destruir por dentro. Tenemos que aceptarlo e intentar vivir con eso, y aprender todo lo que podamos de esa experiencia, para que no nos vuelva a ocurrir. O al menos para saber cómo reaccionar si vuelve a suceder.

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Estas son de Francia.