Reseña: Dos chicos besándose

Reseña:
​Tengo que admitir que este fue el primer libro que leí de Levithan, pero no creo que nungún otro lo supere. La forma poética y cargada de sentido que tiene David para contar incluso el más mínimo detalle, no tiene comparación. Cada palabra, cada línea que escribe está llena de emociones, y no hay forma de que después de leer esta historia no te sientas distinto/a.

Si bien el relato principal es alrededor de Matt y Craig, Dos chicos besándose cuenta la historia de distintos tipos de vida que llevan chicos gays, y las dificultades que tienen que enfrentar, incluso hoy en día.
Los que ya leyeron mis reseñas saben lo mucho que me indigna el hecho de que estemos en el año 2016, pleno siglo XXI, y siga habiendo quienes creen que "está mal", o "es antinatural" tener una sexualidad que no sea la establecida como tradicional. Me indigna pensar en que haya gente tan intolerante hacia el otro, incluso dentro de las propias familias (y hasta diría que en esos casos es peor).

Lo que más acertado me parece de esta historia, es que muestra las distinas posibilidades, las distintas reacciones y situaciones de chicos de la misma edad. No todos son felices, pero tampoco todos sufren o son maltratados.

Peter y Neil son los que llevan la vida más "normal", ya que sus padres los apoyan. Si bien los de Neil no lo hacen explícitamente, y eso lleva a una discusión que no quiero spoilearles (que, dicho sea de paso, es una de las discusiones que más orgullo me hizo sentir, porque enfrenta a sus padres hablándoles de que un acuerdo tácito, mudo, no es exactamente apoyo), sí es la pareja que mejor lo pasa.

Si bien Avery y Ryan son los que le siguen, porque sus dos familias lo saben, sufren el acoso de los típicos bullys que se meten con cualquiera que se les cruce, especialmente si es una pareja gay con pelo rosa chicle y turquesa chillón. Además Avery tiene una interesantísima historia de cambio de sexo desde pequeño, con lo cual, se imaginarán...

En cuanto a Harry y Craig, ellos están enfocados en el gran beso, y todo lo que ello conlleva, pero a eso se le suma que la familia de Craig no sabe nada, con lo cual enterarse de esa forma... Saben que romper el récord del beso más largo siendo una pareja gay, y tener que besarse de pie durante más de 32 horas no será nada fácil, sobre todo teniendo en cuenta que fueron novios pero ya no lo son. Pero deciden seguir adelante por la causa, y sobreponerse a todas las dificultades que van surgiendo.

Por último está Cooper. El chico que no le cuenta a nadie sobre su sexualidad, y a quien le toca la peor parte. Porque su padre no es del tipo de los que apoyen y entiendan a alguien en esta situación, menos que menos a su hijo. Las cosas que le grita su padre cuando se entera, son de esas cosas que ningún padre debería decir a su hijo, y llevan a Cooper a tomar una serie de decisiones desafortunadas.

Todas estas historias son acompañadas por un narrador que habla desde el pasado, desde esas generaciones que no tuvieron la suerte de salir a la calle y hacer público su amor por alguien del mismo sexo. Y es eso lo que termina de hacer de esta obra, una obra maestra. El relato de lo que sufrieron aquellas generaciones nos permite comprender muchas cosas. No fue fácil ser los primeros en querer cambiar las cosas, ni ser los primeros en descubrir que eso todavía estaba muy lejos de suceder.

No voy a cansarme de repetir lo increíble que es esta historia y lo conmovedor del relato de David Levithan. Sin dudas uno de los mejores libros que leí en mi vida, y que recomiendo para todo el mundo: chicos, grandes, mujeres, hombres. Porque lo importante es entender que somos todos iguales cuando se trata de amor.

No quiero contarles nada más, porque si todavía no leyeron el libro tienen que descubrir ustedes mismos lo genial, emocionante y poético de esta historia.